11/5/07

Karl Marx: El Sine Qua Non de la Revolución.


Al este de Alemania, en la localidad de Tréveris, en la ex - Prusia, una dueña de casa holandesa y un abogado prusiano, ambos judíos, son bendecidos con su primer hijo: Haim Mardochai Kissel, nacido el quinto día de mayo en 1818. Nunca especularon que ese niño, treinta años más tarde, también sería padre, pero padre de un fantasma que recorrería toda Europa.
El padre del pequeño Haim trabajaba como consejero de justicia en su ciudad natal, trabajo que mediante represiones lo llevó a abandonar el judaísmo y acoger el protestantismo. Como consecuencia de lo anterior el padre pudo mantener su acomodado cargo laboral, pero también lo llevó a cristianizar su nombre y el de su familia. Desde ahora el nombre de Haim Mardochai Kissel, sería reemplazado por el Karl Heinrich Marx.
El deseo del padre de Karl era que su hijo pudiese tener una educación inclinada al humanismo enfatizada en la filosofía, deseo que pudo cumplir gracias al alto salario que recibía por su trabajo como consejero. Este hecho es uno de los que más se cuestionan hoy en día a Karl Marx: El hecho de que provenga de una familia y educación burguesa.
Karl Estudió hasta los diecisiete años en una escuela humanista de Tréveris, escuela de la que se graduó con excelencia en todas las materias, excepto religión. Inducido por su padre se va a la ciudad de Bonn a estudiar derecho en la universidad de dicha ciudad. En esta época conoce a su futura esposa: Jenny von Westphalen, sin embargo no fue fácil mantener esta relación, ya que los padres de esta no estaban de acuerdo con el noviazgo, por lo que deben mantener una relación totalmente Romántica: Un amor prohibido que se mantiene mediante comunicación epistolar, hasta que se casan siete años más tarde. Entretanto, en el ámbito académico, Karl obtenía excelentes resultados en la Universidad de Bonn y más tarde en la de Berlín, donde fue compañero del clamado filósofo Sõren Kierkegaard (1813 – 1855) y alumno del romanticista Friedrich Schelling. En 1838 muere el padre de Karl, hecho que le da una mayor motivación, como también una profunda tristeza. En 1841 obtiene su doctorado con la tesis titulada "Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro". Se dice que en esta época, Karl se habría vuelto “marxista”, aunque de todos modos en más de una ocasión tuvo que negar sus principios. Su vida académica fue todo un éxito titulándose de abogado, historiador, sociólogo y economista, además de filósofo-político.
Al terminar sus estudios en 1842, realiza análisis sociales en la revista “Rheinische Zeitung” (La Gaceta Renana), revista en la que puso mucho de su esfuerzo y dedicación, llegando a convertirse en jefe de redacción. Pronto dicha revista comienza a mostrar aires revolucionarios, los que provocan la censura por parte de la autoridad. Karl se marchó al exilio a París.
Karl en París funda la revista “Deutsch-französische Jahrbücher” (Anales Franco-alemanes). En el período parisino de Karl encontramos una dicotomía en cuanto a la suerte de su vida: En 1843 debido a su relativa estabilidad económica, se puede casar con Jenny, iniciando también su prole con su primera hija del mismo nombre que su esposa, Jenny; por otra parte la revista es todo un fracaso, no pasa del primer número y vienen los problemas económicos, que lo llevan a pedir préstamos a sus amigos en Colonia, con los que puede mantener a su familia. Sin embargo, en 1844 momento de gran aflicción económica, en la vida de Karl se aparece como un ángel el que será el amigo de toda su vida, el que lo sacará de dichos problemas económicos: Friedrich Engels (1820 – 1895). Para entonces Karl se había ganado la fama de revolucionario y agitador, provocando esto su expulsión de Francia. Karl parte a Bruselas, donde volverá a encontrarse con el joven burgués, Engels.
En Bélgica, Karl ingresa a la “Liga de los Comunistas”, la que propone una internacionalización, y por tanto sus integrantes deben rechazar sus raíces. Karl renunció a su nacionalidad prusiana y se considera “apátrida y revolucionario”. En un congreso de la “Liga de los Comunistas” en noviembre de 1847, se le encomendó a Karl y Engels la tarea de elaborar un programa detallado del partido, que fuera teórico y práctico, con el fin de ser publicado. Es así como en 1848 se publica el “Manifiesto del Partido Comunista”. En ese mismo año, en Francia ocurrían reiteradas rebeliones y protestas en pos de la reivindicación social obrera, hecho que preocupa al monarca belga, Leopoldo, quien ordena a la policía reprimir cualquier manifestación y detener a los extranjeros sospechosos. Karl y su familia en numerosas oportunidades se ven detenidos y maltratados, por lo que deben emigrar a la ciudad de Colonia.
En Colonia, Karl publica un nuevo diario, el “Neue Rheinische Zeitung” (La Nueva Gaceta Renana), la que fue un éxito en un ambiente de fuerte sentimiento social y compromiso revolucionario. Lamentablemente el nuevo periódico, no es tan solo censurado, sino que prohibido por el gobierno renano, lo que provoca en Karl una nueva depresión económica, la que se ve acentuada por el nacimiento de sus hijos Laura y Edgar. En busca de recursos la familia viaja por Alemania, Francia e Inglaterra, estableciéndose finalmente en Londres.
En uno de los bajos barrios de Londres, la familia subsiste gracias a la caridad de amigos y esporádicos encargos que le hacía a Karl el “New York Tribune”. La familia se ve afectada por la muerte de la madre de Karl y el crecimiento de la prole con su hija Franziska. En este período de penurias, Karl comienza a escribir su gran obra “El Capital” que lleva a cabo en las salas de lectura del Museo Británico. Karl y su familia se ven fuertemente abatidos por la muerte de su hija Franziska, que no podía llegar en peor momento, ya que además nace la última descendiente de la casta de los Marx: Eleanor. En tanto Engels hereda la próspera industria en Manchester de su padre, lo que permitiría a Karl tener mayor estabilidad y cambiarse de casa. Además un rico amigo de Karl, Wilhelm Wolf, le hereda a este todas sus propiedades, el que a su vez en agradecimiento le dedicó el primer volumen de “El Capital” en 1867 (Una anécdota acerca de este tema, es que Karl le ofreció la dedicatoria de “El Capital” a su contemporáneo Charles Darwin, el que no accedió).
En 1864 en Londres, Karl participa en la fundación y organización de la “Primera Internacional” o “Asociación Internacional de Trabajadores” (A.I.T.), cuya finalidad era organizar trabajadores de distintos países. A Karl se le encarga la redacción del Llamamiento Inaugural de la Internacional, el estatuto y otros documentos concernientes a la organización del movimiento. Tras el duro golpe a la internacional que significó la “Comuna de París” (1871), que fue un fracaso de la Dictadura del Proletariado, Karl se dedica a la redacción de sus obras y su pensamiento, dejando de lado la lucha política.
El 2 de diciembre de 1881 fallece el pilar fundamental en la vida de Karl: Jenny von Westphalen.
El decimocuarto día de marzo, muchos bajaron su puño izquierdo para despedir a su ideólogo máximo. Karl Marx, mientras dormía cómodamente sentado en un sillón, fallece.

1 comentario:

Víctor Manuel dijo...

El papá de Nietzsche era pastor luterano. Si el papá de Marx hubiera sido obrero, quizá no hubiera podido estudiar, o le llamarían resentido.


Saludos.