20/2/07

Franz Ferdinand y El Constructivismo Ruso.






Primero, la portada de You Could Have It So Much Better de Franz Ferdinand.

Segundo, Propaganda Rusa de Alexander Rodchenko, representante del Constructivismo en Rusia, durante la Revolución Rusa.

13/2/07

Hasta que la Muerte nos Una.



Me adueño de Antonio al decir que la Muerte no es digna de ser preocupante, ya que cuando nosotros existimos, ella no es; y cuando la Muerte es, nosotros ya no existimos. Por eso encuentro un absurdo la cuestión de que la Muerte separa el Amor, ya que es precisamente cuando existimos, y también cuando no, el momento en que el Amor se presenta como un hálito majestuoso y divino, proveniente de no-sé-donde que nos encierra en su vorágine de encendidas pasiones y de solapadas obsesiones, que muchas veces no encajan dentro de la realidad permitida, pero es en esos casos cuando el Amor alcanza su paroxismo dentro de lo imaginable. Digo dentro de lo imaginable, porque es con la Muerte con la que el Amor llega a su punto de máximo desarrollo. Es con la Muerte con la que el Amor concibe su existencia, sin Muerte no hay Amor, e incluso sin Amor no hay Muerte. Y de Hecho el término “Amor”, los latinos lo elaboraron como una oposición a la Muerte: A – Mor, “Sin Muerte”.

No es que “el Amor trascienda la frontera de la Muerte”, ya que la Muerte no es una valla más dentro de la ruta del Amor, sino que es un paso más, uno muy importante, que si bien inducido no debiese ser, sino espontáneo, es como la curva hacia el camino de la Eternidad. Algo así como lo plantea William en la tragedia de los Montesco y los Capuleto. La unión máxima entre Julieta y Romeo viene tras su Muerte, una especie de catarsis sublime, que los libera de la prisión de la mortalidad y los lleva hacia una plena eternidad “juntos” que, materialmente no, pero sí, por lo menos, en una maravillosa unión histórica y perenne dentro de las mentes de la humanidad, siendo que hasta el día de hoy nos hace vibrar.

Lo único que resta decir, es que de la mano de la Muerte se concibe el Amor en esta Vida, que sin esos dos elementos no existe tampoco. Es como un triple lazo de retroalimentación. Por lo tanto, según la tradición eclesiástica, cuando el curita propone mantener el Amor “...hasta que la Muerte los separe”, no hay más que ignorarlo y asentirle, quizá cínicamente.

5/2/07

Ciencias Humanas v/s Ciencias “Exactas”.

Vengo aquí a dar pie a un nuevo round en la constante y solapada lucha entre las ubicuas ciencias humanas o sociales y las llamadas ciencias “exactas” o naturales. Desde ya me declaro férreo defensor de las primeras, por lo que trataré de enumerar algunos puntos a favor de mi bando.


Primero. Dentro de las ciencias humanas encajamos la Filosofía, el Lenguaje, la Historia, la Economía, la Sociología, la Geografía (en su fase estadística), el Derecho, la Literatura, la Pedagogía, la Teología, la Psicología y la Antropología, con sus respectivas subdivisiones. En tanto las ciencias exactas se ven integradas, en su ámbito general, por la Biología y la Química, y la Matemática y la Física, también con sus ramificaciones pertinentes.

Segundo. Es claro que ambas se sustentan recíprocamente y superviven como integrantes de un sistema que busca soluciones y respuestas a problemas e interrogantes del hombre y su entorno, y del hombre consigo mismo. Sin embargo, es plausible distinguir, dentro de esta retroalimentación progresiva, un sustento básico y primordial de una sobre otra, ya en su definición practica, ya en su definición etimológica.
La Filosofía es la disciplina matriz de todas las ya mencionadas. Filosofía, “el amor a la sabiduría”, debería ser el fundamento para el inicio de una investigación, de cualquier ámbito (social o “exacto”). De facto, la historia nos demuestra que así ha sido. Vale rememorar los albores de la llamada Física, con los filósofos griegos que intentaron dar explicaciones al mundo natural mediante concepciones claramente filosóficas. El término “física” proviene del griego “Physis”, que significa “naturaleza”, o sea el estudio de ésta. La Física no contempla más que el estudio de aquello que nos rodea, el tratar de comprender el porqué de los diversos fenómenos que acaecen en el entorno humano.Lo dicen los mismos físicos, como Eugene Hecht, definen la Física como un mero descriptor de los sucesos materiales del universo. Los primeros físicos fueron filósofos.
También dentro de las diversas concepciones filosóficas que se han presentado en la Historia se puede destacar que los primeros Biólogos (Aristóteles fue el primer zoólogo), Químicos e incluso Matemáticos comenzaron sus carreras del conocimiento desde la especulación filosófica. Pitágoras concebía el mundo, de manera filosófica, a través de los números. De hecho, la Matemática, fuera de ser tremendamente útil para ordenar nuestros pensamientos lógicamente, es considerada una forma de lenguaje artificial, una especie de idioma aparte con una simbología propia, pero siempre basada en el lenguaje y por lo ende en el pensamiento. Sin Lenguaje la matemática no se concibe, ya que el hombre no se expresa matemáticamente.

Tercero. Si bien, uno de los básicos argumentos que suele presentar un hombre de ciencias “exactas”, respecto a la importancia de su disciplina, es: “Todo es Biología, porque todo se basa en la vida”, “Todo es Física, porque todo es naturaleza”, “Todo es Química, porque en todo hay relaciones químicas” y “Todo es Matemática, porque todo se resuelve con los números”. Quizás desde una perspectiva bastante solipsista, rayana a la idiotez (en el estricto sentido del término, que indica una autojerarquización del mundo con uno mismo en la cúspide), ya que no podemos argumentar que todo es la Biología, ya que ésta se remite al “Estudio de la vida” y no es la vida en sí. La Física se ve acotada también al simple estudio de los fenómenos de la naturaleza, a lo sumo a su comprensión y en su plano teórico a la especulación, pero no es la naturaleza en sí. La Química, puede ser que esté presente en todos los acontecimientos materiales, pero no abarca temas de pensamiento más emocional como las pasiones que mueven al hombre, la voluntad, el espíritu, la fuerza personal y aun los temas referentes a las ideas, que son base fundamental y muy relevante de la caracterización intrínseca del hombre. Y respecto a la Matemática como base, es una teoría bastante reciente propuesta por el eximio científico y colaborador del gran Stephen Hawking, Roger Penrose, que en su reciente obra “El Camino a la Realidad” (texto fundamental para conocer los fundamentos de la ciencia contemporánea) expone el tema de los números y su funcionalidad en el universo, quedando sólo en la teoría. A eso cabe mentar que cuando me muestren un número podría comenzar a creer en la teoría de la matemática cuántica y sus 11 dimensiones…

Cuarto.
¿Ciencias Exactas? Tomando en cuenta a un gran cientista, tanto social como natural, Karl Popper, quien además destaca por sus estudios sobre la historia de las ciencias, es destacable el modelo Epistemológico que expone para llegar al conocimiento “verdadero” (las comillas van porque hasta el momento no existe). Se tiene que hacer infinitos experimentos para comprobar una ley natural, ya que no podemos comprender la ley, sino sus efectos. ¿Cómo sabemos que un evento siempre va a ocurrir? ¿Acaso basta, con ver muchas veces caer una piedra desde nuestra mano, para decir que la piedra SIEMPRE va a caer? Yo creo que no. Las teorías en la historia de la ciencia se han sobrepasado una tras otra: Conocimientos que se creían ciertos con Galileo Galilei, fueron destronados por Isaac Newton, los de éste fueron reemplazados por los de Albert Einstein, y ahora se impone paulatinamente la Teoría de Stephen Hawking. Por lo tanto suena, desde la perspectiva lingüística, un poco arriesgado calificar a las ciencias naturales de “exactas” y además tomar esto como un punto a favor respecto a las ciencias humanas, ya que ninguna teoría puede proponer la salvación absoluta a las interrogantes con la amenaza de que también sea arruinada por otra.

En fin, prefiero dejar hasta aquí la defensa del Humanismo, para no caer en argumentos básico y simples descalificaciones emocionales. Y respecto a un último punto, me gustaría dar un sí a la frase “Las ciencias complicaron la vida al ser humano, más que facilitarla”, ya que con las revoluciones científicas e industriales, si bien se mejoró la calidad de vida material de muchos (no de todos), la calidad espiritual, moral y la felicidad incluso, se han visto deterioradas, en gran parte por el consumismo que trajo el sistema liberal y la consecuente someridad de los fines del hombre.

A todo esto, espero respuestas, ya que no todo está dicho… y muchas gracias por haber leído todo el texto, que no deja de ser menor en cuanto a volumen.

Post Scriptum:
Perdonar, especialmente a los defensores de la ciencia, si la exposición y el planteamiento de ideas está organizado de un modo muy estricto y académico, e incluso extenso, llegando a ser en algunos puntos incomprensible (espero que así no sea), pero a un humanista le gusta escribir lo más precisamente posible, creyendo no caer en la tautología o la redundancia.