23/7/07

The Simpsons: Diez Años Expectante.



Como todo el mundo (chileno), recuerdo que era la época de Video Loco. Los viernes me desvelaba para ver los nuevos “monitos” que daban en el trece rayana la medianoche. Con mi hermano, decidimos empezar a grabar los capítulos, porque todos decían que los monos prometían. Eran un éxito en gringolandia, por su humor irónico y a la vez sencillo. Yo era chico, casi como Bart, por lo cual me identifiqué de inmediato con él. Mi hermano se encantó con Homero. “The Simpsons” era la serie. “Qué corto el capítulo, casi media hora”. Desde ahí supimos que duraban 22 minutos, lo cual grabado en EP nos daría un total aproximado de 16 ó 18 capítulos por casette.
Nos mimetizamos de inmediato con el humor de los Simpsons. Durante la semana, en las horas de comida (donde se reúne toda la familia en Chile), de un extremo de la mesa al otro imitábamos las voces de Homero, Bart, Lisa, Marge, Moe, Lenny y otros. Recordabamos las partes buenas y esperábamos el día viernes.
La pregunta de Lenin atormenta a todo niño aburrido un día domingo: ¿Qué hacer? Nuestra respuesta era ver los Simpsons. Repasábamos los capítulos, fijándonos en los detalles que no habíamos percibido y riéndonos cada vez con más fuerza. La gente común no entendía nuestro humor. “Se ríen de los monitos”. Pocos entienden que los Simpsons son mucho más que monitos.
Los Simpsons han estado presentes en gran parte de mi vida. Son la base de mi humor. Es elemento analógico que tengo para cada cosa que pasa. Todo lo relaciono con un capítulo de los Simpsons.
Recuerdo capítulos con carga emocional, como el capítulo en que Troy Maclure se casa con Selma Bouvier (Hermana de Marge), ya que en el momento en que lo estaba grabando a mi hermano le tiró veneno en la cara una araña (¡Qué frikie! dirán). O uno de los pocos que he visto en familia: Las dos partes del asesinato del Sr. Burns.
¡Cuántas cosas he aprendido con los Simpsons! Entre ellas aprender a ver las cosas más allá de lo que son, ver que los Simpsons, más allá de ser “monitos” son una fuerte crítica social (sardónica y sarcástica) hacia la sociedad Consumista y Capitalista en la que vivimos, donde las apariencias y el Status determinan los juicios ante las personas. Aprendí también cómo se ocupa la ironía al máximo, sin llegar a pasar la raya del respeto. Aprendí, sobre todo, a despreocuparme de las cosas, a tomar menos en serio las situaciones y a valorar la risa (porque la risa no abunda en la boca de los tontos, sino que es escasa en la boca de éstos).
Aún recuerdo, que estaba en la feria con mi hermano cuando salió el comentario: “Dicen que Matt Groening va a hacer otra serie, igual que los Simpsons, pero en el futuro”. Todo esto en el contexto de un posible fin de los Simpsons por allá por 1999, donde se decía que estos nuevos “monitos” vendrían a reemplazar a la familia amarilla. No fue así, y mejor aún Futurama fue un gran acierto. También me enamoré de Futurama y ahora grababa las dos series… En fin, ambas series son, humorísticamente, iguales.
Era un viernes en la noche, esperando los Simpsons, cuando en Telenoche anuncian acerca de una posible película de los Simpsons para el 2006. “En seis años más… ¡Qué bacán!”. La emoción nos invadió. Llegó el 2006… sólo había una noticia: Julio del 2007 era la fecha de estreno.
Hoy, a diez años de aquel viernes que, con pocas esperanzas, grababa los Simpsons en VHS; a casi 400 capítulos vistos; a más de 40 casettes comprados, archivados y vistos una y otra vez; a innumerables exclamaciones del estilo “Es como en el capítulo en que Homero…”; a incontables carcajadas… Espero la ansiada película, con la entrada en la mano, no esperando mucho, para no desilusionarme después. Sólo voy a acumular éste capítulo súper-especial en mi retina, para tener más chistes internos con mi hermano.

Post Scriptum:
Por lo menos el cerdo asegura unas cuantas risas en el cine… espero que todos rían para que no me reten de nuevo por reírme muy fuerte.

Post Post Scriptum:
Espero no exclamar un “me lleva la cachetada” o “me quiero volver chango” después de ver el filme. Espero exclamar un “de lujo, maestro”.


Post Post Post Scriptum: He dicho una y otra vez que los Simpsons NO SON MONITOS, por lo que espero que la gente sea conciente y no vaya con niños al cine, porque aparte de que un niño no entiende el humor de los Simpsons, es realmente desagradable tener un niño gritando "Mira el Homero" o "Papá ¿Cuánto falta?"... ya me pasó con Spider-Man 2 y fue atroz.

2 comentarios:

. Pupe dijo...

Me impresiona lo mucho que te gustan, que freak que algo tan banal sea parte de tu historia, banal digo por lo efímero que significa en mi vida esa serie. Saludos.

Anónimo dijo...

notable ! ! !