30/11/07

100.


Prolegómeno al Centésimo Texto.

Quizás jamás pensé en llegar a tener cien textos o a cumplir un año escribiendo. Quizás no lo pensé. Sin embargo, la quimérica vida que debe llevar alguien en las circunstancias socio-sistémicas que me llevan, obliga a tener un tubo de escape que sepa canalizar las ideas incomprensibles para algunos (y no tan incomprensibles para otros).
La función de este canalizador de sentimientos e ideas, ha variado en relación al tiempo, con distintas metas y objetivos según la longitud que posea el tiempo. Pasando de lo explícito y claro, a lo implícito y obscuro, he logrado intencionar y malintencionar textos que, si estuvieran sin máscara, sería como darme un verdadero disparo en la espalda para que parezca suicidio.
Las ideas que canalizo por este medio en un momento eran explícitamente academicistas y precisas, o al menos eso pretendía. Tras ese switch que hizo cambiar o dinamizar mis letras, las ideas se mostraban más superfluas, menos profundas, más descriptivas, menos precisas, más juveniles, pero sobre todo menos explícitas y más implícitas. Las letras se mostraron con códigos y mensajes solapados. Mensajes ocultos tras el velo de un texto absurdo.
Escribo lo que quiero decir, pero utilizando otras palabras.
Por eso, y para fortalecer aquella idea, decidí no escribir algo nuevo para el centésimo texto, sino renovar o reeditar el texto más representativo de lo quiero representar. Un texto que logra contar (y cantar) nítidamente un sentimiento y una escena, al mismo tiempo que esconde una gran lista de sentimientos e ideas que, a pesar de estar presentes, no aparecen. No aparecen a simple vista, pero que sí están, y en alta definición.
El centésimo texto, una reedición de “El Teatro de Comienzos de Milenio”, el texto que dice todo y nada, el texto que muestra escondiendo, el texto que dice callando, y que ahora recibe un nuevo enfoque para, desde el mismo lugar, dictar ideas y sentimientos distintos, o al menos cantarle a algo distinto. Lo esencial pretende ser invisible a los ojos y simultáneamente pretende mostrarse totalmente desnudo.

El Teatro de Comienzos de Milenio (Segunda Edición).

La musa no cantaba. Está invadida de pajaritos que, aunque no son carnívoros, estorban ante mis necesidades de bajofondo poético. Cuando al fin logré espantar esos obstáculos de nuestro cerco tácito de complicidad, pude también retratar el instante preciso de la inspiración exacta.

Apagamos los sentidos, nos desarmamos, nos pusimos la máscara y dimos comienzo a la función.

Miré la fachada del estro femenino, mientras ella, creando desde su mente realidades ficticias y ficciones reales, que acomodaban nuestras sugestiones implícitas, no cedíamos un nanómetro frente al público expectante. Tirando y aflojando esas sensaciones nulas, que sin ser dolientes, son explícitamente solapadas, con la finalidad de ocultar todas esas expresiones que piden a gritos salir de sus jaulas de cristal sacrílego.

Las direcciones de las miradas son radicalmente opuestas, sin embargo se buscan, no se encuentran, pero se buscan. Esquivos, hablamos de lo que sea, pero hablamos de eso hasta que los engranajes de la comunicación se vean sobreexplotados. Cuando la comunicación fallece, desesperados, inventamos cualquier excusa para seguir ahí, con sincronías corporales únicas, hablando de todo y mirando a la nada. En último término, gritamos, para evitar desesperadamente el fin de la escena.

¿Por qué lo hacemos? No tiene explicación. ¿Qué queremos? No está claro aún. Lo que sí, lo queremos, y lo queremos de tal forma, que arriesgamos todo lo que hemos formado, por la sola esperanza de seguir incrementando el volumen de esta obra.

La reciprocidad no es total cuando es sólo uno el que se oculta y sólo uno el que provoca. Frío como una roca fría, me quedo con la esperanza. Todas mis hipótesis acerca de tu cabello se vieron descartadas tras aquella transcripción de fenómenos, imposibles para ambos, deleitantes para ambos, incomunicables para ambos.

El obligatorio amor a la soledad de comienzos de milenio nos llama, no queremos oírle. Intentamos poniéndonos cerilla en las orejas, pero nada funciona cuando de cobardía se trata. Fuimos cobardes.

Con temor me despido.
Con hipocresía te presentas incólume.
Con valentía te acompaño a la escalera.
Con tristeza pisas los peldaños.
Con empatía alzo la voz. Te pregunto.
Con falsedad me dices que no.
Con seguridad me voy.
Con seguridad te vas.

Fin de la función: Todos ganamos, aparentamos haber perdido, pero sabemos que en realidad ganamos. Ése es nuestro gran y único secreto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Te felicito por tu 100 textos.
Por alguna razón mental se me hacen totalmente claras y logro desenmarañar desde toda esa mezcolanza de ideas sin sentido los sentimientos ocultos, como si fueran un grito de ayuda… o ser yo quien auto proyecté mis emociones a tus ideas.
Quise hoy no ser un simple lector de tu blog (leer, sentir, cambiar a otro) sino dejar mi sencilla impresión de lo que he leído de ti, debo confesar que lo hago hace poco, sin embargo para mi ya es paradero obligado cada vez que entro a este universo de textos y letras, deseando ver más, ingresar tú mundo adolescente, lleno de cuestionamientos emocionales e internos, conocer tus súcubos… extrapolarlas a mi vivencia mundana, tan alejada del miedo y de limites convencionales.
¿Hasta donde puedes llevar tus temores?... ¿Cómo es posible que guardes tus verdaderas intenciones?... ¿Aquella de quien hablas tan “solapadamente” (ocupando tu lenguaje) en muchos de tus últimos textos, si experimenta aquellos deseos de extender sus proximidades, cual es la verdadera razón que los limita?... Y si no es reciproco ¿Por qué torturas tu existencia con un ideal vano? ¿Quieres ser lanzado dentro de un volcán rugiente y sentir como te quemas por dentro hacia fuera? Recuerda que lo primero que explota es la cabeza, llévalo al símbolo no al hecho, ¿Sientes que podrías poseerla o no lo deseas?... en ese sentido (y es mi humilde opinión de homosapiens) ocultas una faceta de masoquismo-ritual, sistemático, envolviéndola en tu madeja en las garras de un gato, envenenando todo.
Fluir libremente, como una hoja a merced del ingobernable viento invernal, dejar fluir la vida, mas no somos una hoja al viento, somos gestores de recuerdos, creadores de destinos, enamorados de ideales, amantes de mujeres, bebedores vino, lascivos de lujuria, vampiros de vida, niños perdidos buscando a sus padres, murciélagos inactivos a la luz del día, mas en la noche predadores insaciables, sin miedo, sin egoísmos, creando presentes perfectos, plantando nuestras semillas en tierra fértil y no en las arena, desechando lo que no sirve y no tiene futuro…
Camina por senderos con Corazón (Castañeda) y deja los que no te conducen a nada…
No te molesto más con mis garabatos, podría estar horas escribiendo basura, solo es mi irrupción en tu ya ensangrentado y tranquilo blog, mi humilde, poco sabia, intromisión.
Muchas preguntas y un universo de verdades… y quiero gritar de la risa! Tomarme un buen vino, bailar saltando hasta caerme, enamorar hoy a una mujer, llevármela a la cama y calentarla con mi poesía al oído.
100 textos para tu Biblia, los míos son en papel, vómitos menstruales, adornan los libros de mi costado.
Salud!

It

El Cheloveco dijo...

Es más entretenido así, con un hablante lírico que diga COSAS para que los demás las interpreten como quieran, y sobre todo que las interpreten de forma muy distinta a lo que pretendo.
Aún leen mis textos superfluamente, quizás por prejuicio. Se quedan en lo amoroso y terrenal, en lo carnal y mundano, en los temores y deseos... pero hay algo más, algo más crítico y global. Quizás, más filosófico de trasfondo, más que poético al menos. Pero en fin, eso es lo bueno de la poesía: Sirve para utilizar los corazoncitos y las flechas como máscara para decir ideas más grandes y serias. De hecho, es parte de lo que pretendo: Que el lector simple y corriente se quede con lo bonito y bien estructurado de la poética; y que el lector inquieto vea algo más, que no se quede en el corazoncito y vaya más a la cabecita.

Post Scriptum: Me gustó lo de "somos gestores de recuerdos", creo haberlo escuchado en alguna canción.

Anónimo dijo...

¡Gracias por contestar mi mensaje!... Si bien utilizas un tipo un lenguaje metafórico, encuentro que eres directo, no veo donde dejas las ideas para libre interpretación, das coordenadas exactas para donde arrojas “tus flechas”… despertando en mí, interrogantes al porque te frenas tanto (Preguntas que leíste en mi anterior mensaje, y aprovechando la oportunidad me gustaría tus respuestas)
Por ejemplo: que quieres decir con: “mientras ella, creando desde su mente realidades ficticias y ficciones reales…” o cuando escribes: “En último término, gritamos, para evitar desesperadamente el fin de la escena”… si entiendo, es tener que separarse de esta cercanía mutua que tanto desean, ¿Cuál es el motivo de esta separación si ambos no quieren desprenderse?, veo en tus palabras dolor al no poder evitarlo, al no poder estar con ella como tú quieres. También entiendo que tú creas las instancias para estar juntos, mas hay algo obstruye tus reales propósitos, ¿porque no me hablas de eso? Y me disculpo por mi curiosidad, pues es el tema que me atrajo a tu blog, leo tanta desolación que me produce cierta empatía a aquella oscuridad emocional tan ligada a un pasado lejano y que solo trajo más dolor.
Bueno mi buen Nicolás, te envío mi calido saludo y espero no te sientas invadido por mi presencia de Ente, sediento de tus respuestas.
Gracias por tus letras!

It

El Cheloveco dijo...

De hecho me invade, pero concomitantemente no me invade. Primero te revelo la mismidad y la finalidad de este, mi texto 100, para aclarar dudas, y sobre todo un punto que al parecer te inspira curiosidad.
Primero, no suelo expresar mi mundo onírico en mi blog, aunque así parezca. Al contrario, intento no hacerlo.
Respecto de este, mi texto 100, es la reedición de un original escrito en 2006. La función que cumple es, básicamente, propagandística. Por eso digo que la gente se queda con la someridad de mis textos: Elucubraste, al parecer, todo un mapa acerca de mi interioridad (que yo ni siquiera conozco) y que está, por decirlo menos, lejana de la realidad. No te conozco, no me conoces (supongo), sin embargo aquello no te impidió maquinar y meta-inferir una serie de características de "moi". Eso me desagrada un tanto, pero por otra parte me agrada que interpretes el texto de una manera tan nueva para mí, lo que en parte es lo que esperaba. Reitero (y lamentablemente revelo) que el texto cumple una función propagandística. Es más, si tuviera que elegir, jamás escribiría del amor, de amoríos, de amores... y me nos de MIS amores (exceptuando lo metalingüístico de aquello).
Gracias por leer el blog y los comentarios. Y además, gracias por preocuparte por la integridad psico-emocional-afectiva de mi ser, pero no es necesario, pues (y espero dejarte tranquilo, si es que te preocupo) el texto no es ni puede ser aplicado, ahora, a mi interioridad ni a mi actuar... ¡Menos un texto que intenta involucrar conceptos de patriotismo y anti-consumismo!
Eso me gusta: Que mis textos se malentiendan, y que se malentiendan mucho, a niveles paroxísticos.
Por eso me gusta este texto... !y me gusta mucho, y cada vez más!

Gracias "It" por los comentarios, la preocupación y los segundos dedicados a leerme (más bien a leer mis textos). Despídome. R.

Post Scriptum: De todas formas me llama, de sobre manera, la circunstancia que respecta a tu afanosa afán por conocer más la profunda (y muy profunda) mismidad de mi ser.

Post Post Scriptum: Ten por seguro que si tuviera la necesidad de informarle al mundo mis conflictos sacro-político-amoroso-solitarios no lo haría a través de un comentario de un texto, ni siquiera lo haría a través de un mismo texto, y si lo hiciera, ten por seguro que no lo diría de manera tan explícita como supones que lo hice en este, mi 100écimo texto.

Post Post Post Scriptum: Si aún tienes el afanoso afán de intentar identificar la mismidad interna de mi no muy complejo ser, te sugiero algunos textos de bibliografía anexa: "La Banda Sonora de mi Vida"; "Da Life!"; "Oniris"; "La Cultura"; "Rayos" y "Rayos 2"; "Bubblegum"; "De Manos Frías"; "El Pensador de Rodin"; y por último, el más importante "Tarea de Castellano". Esos textos los he escrito yo y son acerca de yo (los textos de ahí hacia abajo son bazofia).

Post Post Post Post Scriptum: Me gustaría leerte.




R.

Anónimo dijo...

Oi, achei seu blog pelo google está bem interessante gostei desse post. Gostaria de falar sobre o CresceNet. O CresceNet é um provedor de internet discada que remunera seus usuários pelo tempo conectado. Exatamente isso que você leu, estão pagando para você conectar. O provedor paga 20 centavos por hora de conexão discada com ligação local para mais de 2100 cidades do Brasil. O CresceNet tem um acelerador de conexão, que deixa sua conexão até 10 vezes mais rápida. Quem utiliza banda larga pode lucrar também, basta se cadastrar no CresceNet e quando for dormir conectar por discada, é possível pagar a ADSL só com o dinheiro da discada. Nos horários de minuto único o gasto com telefone é mínimo e a remuneração do CresceNet generosa. Se você quiser linkar o Cresce.Net(www.provedorcrescenet.com) no seu blog eu ficaria agradecido, até mais e sucesso. If is possible add the CresceNet(www.provedorcrescenet.com) in your blogroll, I thank. Good bye friend.